5 ago 2011

Un misil en mi placar…

Y.. si… a mas de una le habrá pasado a la hora de organizar las pilchas, que al abrir las puertas del ropero o placard, la primera idea que se le vino a la cabeza es la misma que alguna vez tuvo Gustavo…
El tema es que muchas de nosotras, solemos coleccionar ropa de cuando éramos flacas, como una especie de trofeo de que alguna vez entramos en ese diminuto talle… o peor aun, prendas para cuando lo seamos… (Aunque le seguimos dando al diente que da calambre!)  Y al final terminamos contando solo con alguna que otra prenda que ‘graciadio’ todavía nos entra y allí es donde aparece el famoso “No tengo que ponerme” aunque el armario este hasta las manos!

Hace un tiempo me pidieron una nota sobre la organización del guardarropas y la verdad es que podríamos hablar de temporadas, colores, estilos y bla bla bla… pero antes de ordenar lo que si nos es útil hay que empezar de cero y esto implica quedarnos solo con las cosas que como la palabra lo indica utilizaremos!
Recordemos que hacer espacio no solo nos traerá comodidad sino la oportunidad de que lo nuevo entre a nuestras vidas!

Entonces el primer paso será:
Regalarlo, venderlo, donarlo o prestarlo, como más nos guste pero dejémoslo ir!
Luego, un dato importantísimo, que no podemos ignorar es tener en cuenta con que espacio contamos, y en este punto vuelvo a repetir que bien que me vendría una de esas sillas percha porque al menos yo, estoy al horno si de amplitudes se trata!













Una vez que hicimos el reconocimiento del espacio y la limpieza del museo textil en nuestro armario la sugerencia es dividir en temporadas las prendas y dejar a mano la temporada actual.

Cuando nos quedamos con lo que si, (espero no haber dejado a nadie en bolainas…) podemos comenzar por dividir las prendas por sectores, ‘on-top’ o de la parte de arriba por un lado (blusas, camisas, etc.), las de la parte inferior por el otro (pantalones, faldas, etc.) y los vestidos por otro.
Dopo eso, si tener en cuenta los colores y hacer el degrade visual. (Juntar el mismo color y ubicarlos desde lo más claro a lo más oscuro o viceversa).

Aunque la mencionada es una manera de organizarlo, no es la única o la correcta, creo que cada una tiene que tener en cuenta sus propias características y circunstancias.
Otras opciones pueden ser ordenar las prendas por outfits (conjuntos armados) o por estilos, pero de la que elijamos nunca olvidar usar el ingenio y la creatividad es sin duda la mejor receta. 













Acompaño este post con algunos de los lookbooks de esta temporada, en ellos siempre podemos encontrar ideas para inspirarnos y armar conjuntos o equipos similares, con lo que tengamos en nuestros roperos, solo es cuestión de usar la imaginación y equilibrarla con una pizca de sentido común!














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