28 ago 2010

¿Me lo pongo o no me lo pongo?


A la hora de hablar de los si y los no que tienen que ver con la edad y lo que las mujeres no deberíamos tener en cautiverio cual si fueran rehenes en nuestros guardarropas, se me viene a la mente Complot y les cuento porque!
En su estética siempre vemos adolescentes y es conocido por todas que es una marca que apunta a este periodo o etapa de la vida, por lo que más de una vez me he preguntado si no me estaba haciendo la pendex al seguir usándola…
Mas que nada los básicos y ojo, no hablo de una... son varias las prendas que uso de ellos; dentro de todo, creo que tienen buen equilibrio en cuanto a calidad/precios.
Claro, no quiere decir esto que no haya mejores precios o calidades pero tengamos en cuenta que no todas tienen el tiempo, la posibilidad y la predisposición para salir a buscarlo por esta bendita ciudad. En mi caso si quisiera salir por Bs.As. para lo que sea, termino seguro perdida en la otra punta de donde deseaba ir; por otro lado, analizándolo bien, no es la marca sino el resultado del género + la confección + la mano que tuvo la diseñadora para construir esa prenda lo que yo elijo.
El jueves pasado, en el evento organizado por la UP sobre el mercado adolescente, justamente sus diseñadoras fueron quienes hicieron la apertura con su charla… Una razón mas para determinar realmente si había llegado el momento de donar a mi sobrina estas ropas en cuestión pense; finalmente después de haber escuchado con atención, me alegro confirmar que mi opinión no estaba tan errada cuando las chicas, que debían tener unos años menos, dijeron acerca de este tema que si bien es cierto esto de ser una marca que surgió para el mercado teen, en la actualidad han ampliado e intentan no encasillarse solamente en este sector por lo cual tienen variedad de estilo, diseño y tamaños. Apenas termino la charla mi pájaro interno me empezó a hablar:
Pensamiento 1: Mi amor, Julietita, no te emociones, la tía no piensa largar todavía…
Pensamiento 2: Deja de mentirte con el cuentito de que tan mal no estas,si te entra una marca adolescente, que ya ves que para culonas también hay!
Pensamiento 3: Zafe! Si hace mucho calor me puedo sacar tranquila el saquito que con mi remerita de complot no me desubique! 
En fin, cuando logre callar al pajarraco que siguió dándome letra, decidí concluir el tema con una reflexión. Cuestionarnos acerca de que usamos y como lo usamos, no esta mal, en muchos casos podemos incluso respondernos y al escuchar esas respuestas darnos cuenta si nos resultan coherentes o no. En nuestro interior, allí donde nadie puede oirnos mas que nosotras mismas, es imposible que nos engañemos aunque si así sucediera siempre habrá alguna “Anita” a quien recurrir por consejo o mucho mejor aun, una buena Asesora de Imagen! 
Mis felicitaciones para Complot que además de hacer ropa con toda la onda, tienen en cuenta los tamaños casi para todas y que compartieron en su charla un mensaje acerca de trabajar en equipo, contándonos entre otros, la anécdota de sus gráficas. Este año la consigna era una noche por la city, para ello hicieron la previa en un depto, luego salieron a dar vueltas para terminar festejando en una boliche todo el equipo, modelos, diseñadoras, fotógrafos… de lujo! (Eso si, mi observación acerca de las modelos es que son preciosas pero flaquísimas...)
Otra cosa que me gusta y que esta bueno es que hacen eventos, concursos, etc. donde invitan a sus clientas y están en constante comunicación, escuchando y teniendo en cuenta la palabra de las verdaderas protagonistas de la historia, las consumidoras!




























17 ago 2010

El amor cuesta caro...

Si yo contara todos los romances que he tenido a lo largo de mi vida… la reputación de Ricardo Arjona sería un poroto al lado de la mía... Podría decir que he tenido un harem de amoríos que han dejado sus huellas marcadas en mi memoria y aquí les cuento alguno de ellos con lujo de detalles!

Desde pequeña fui muy soñadora y cada retazo de tela que se cruzaba en mi camino era un nuevo capitulo en mi imaginario, que se convertía en traje de gala o vestido de fiesta con el que envolvía a mis muñecas… Bueno, partes de ellas… De acuerdo a las represalias que tomaran mis hermanos con las pobrecitas, a causa de mi acciones pseudomaternales... Ellos me apodaban la mandona, en alusión a la parte que más me agradaba en el rol del que me apoderaba... Es que cuando el gato no estaba yo bailaba! Eso sí, cabe recordar que pasado un tiempo, mis directivas ya no surtían efecto y más de una vez después de intentar que se cumplieran hasta el hartazgo o corría y me escondía o me fajaban... En fin, el tema es que sin darme cuenta mediante el juego de vestir a mis muñecas, iba descubriendo lo que querría para mí y cuando eso se concretaba, comenzaba un romance de telenovela que en muchos casos ha sido cortado por mi madre, pues ella consideraba que esa prenda ya no era digna de mi compañía y misteriosamente desaparecía… Alguna vez paso con los gatos también, pero no quiero desviarme de esta historia, así que lo dejo para otro momento.

Hubo una falda, aunque aquí le decimos pollera, que aun recuerdo como si fuera hoy... Creo que fue mi primer amor; estampada con pequeñas pintitas blancas en un fondo azul, tenía dos cintas de raso del mismo color un poco antes del dobladillo, a la altura de la rodilla, el corte era acampanado y en la cintura tenía elástico, detalle que para la edad era indispensable. Un estilo muy pin-up adaptado a las necesidades y usos de una niña de barrio. Como muchas de las cosas que tenía, me la había hecho mi abuela Ester, ella era una modista de Bragado, impecablemente prolija, que me acostumbro tanto a su prolijidad, que nunca mas encontré alguien que lo hiciera tan bien. En sus últimos años ya no cosía pero tuve la gracia de ser modelo exclusiva de sus diseños, para mis 15 años; con un vestido escote corazón en terciopelo azul marino cuya falda era en tafeta del mismo color y tenía un moño en la espalda a la altura de la cintura.

Volviendo al relato, esta pollera de la cual les hable, era para mí una compañera inagotable de excursiones, corridas, peleas, manchas y poliladron pero que sin incomodarme, me hacía lucir como una de mis muñecas... enteras claro!

Creo que en sus ultimas posturas ya se me veía el calzón de tan transparente y por eso la "quetejedi" tomo la decisión dejándome hasta hoy con la incógnita acerca de que sucedió con ella... a que parroquia o iglesia fue a parar o lo que es peor, si el triste destino acabo con ella en algún balde, reduciéndola de falda de diseño independiente a simple trapo de lustrar…

Tarde en recuperarme de tan dolorosa perdida pero finalmente los días color de rosa, o mejor dicho azul, volvieron a iluminarme cuando mi madre (en ocasiones recuperaba el titulo maternal) que de costura ni un hilván pero tejía como los dioses, en equipo con la abuela Ester, hicieron un vestido para mi, al mejor estilo navy o marinero. Era de mangas cortas, la parte del busto estaba tejida en hilo a dos agujas, con rayas en blanco, rojo y azul y la parte de abajo era de una gabardina finita, color azul marino. Lo estrene en un acto escolar y lo decore con unas cintitas bebe de los mismos tonos en la "colita" que me hice a un costado, dejando el resto del cabello suelto; estaba en segundo grado y me hacia sentir "so coco" usarlo, pero este fue un amor fugaz, marcado por la tragedia de un incendio en el lavadero de mi casa que por suerte no pasó a mayores, pero que no dejo rastros de mi tan preciada y pintoresca prenda, que no se encontraba allí de casualidad, ya que estaba junto al resto de mi vestuario por lo que aquella vez, quede como el Dr. Álvarez me trajo al mundo.

Luego de esa experiencia tuve una camisa que a veces me parecía un pijama, rayada en azul y blanco con cuello mao que usaba prácticamente como un uniforme y por supuesto también hubo una campera de jean que me compre con mi primer sueldo en el Soleil hace muchos años atrás; de la casa Turquoise, esa creo que se desintegro mientras la usaba...

A partir de allí tuve tantos romances, como en un principio mencione, que dios me libre si me preguntaran cuantos porque ya perdí la cuenta y me recibí de casquivana textil!

No se si ustedes creen en las predicciones o la astrología pero una vez me dijeron que yo no iba a tener un amor definitivo… que no estaba en mi destino ese amor único y eterno, sino que habría varios...

Y... si son como estos... "me gustan nacionales e importados", como diría Mae West!





No te pierdas la nota ¿Que, como, donde y cuando? Del Estilo Navy y Pin-up.

Sol Fernández