14 jul 2012

Baja Costura

En la moda, como en la vida, a veces las mujeres hacemos caso omiso al encantador engaño que nos presentan las marcas, apelando al hipnótico placer de vestir prendas que se ajustan a nuestra personalidad pero que, si trajeran etiquetas con las historias que generaron para llegar a "ser", seguramente no vestiríamos...



Esta es la sensación con la que me quede luego de presenciar "Baja Costura" , una excelente representación de Soledad Galarce y Moyra Agrelo, con la dirección de Mariano Caligaris.



"Delfina y Catalina son dos mujeres de clase alta que se dedican a diseñar ropa y la confeccionan en un taller clandestino. Una mañana llegan al lugar a retirar las prendas, encuentran el taller clausurado y las prendas sin coser. Después de un breve momento de desesperación deciden que ella mismas coserán las prendas que necesitan.
En ese momento se enfrentan a los problemas de los materiales, las máquinas y sus propias limitaciones. A medida que avanzan en la costura de las prendas y se repiten las tareas una tras otra el tiempo pierde sentido y las mujeres se transforman.
La tarea se hace insoportable y ya no saben hace cuanto están ahí y cuanto falta para terminar, la identificación con las trabajadores del taller clandestino es entonces evidente y testimonial. 
Se suman a la narrativa textos sobre los incendios en los talleres de costura de la Triangle Company en 1911 en Nueva York y en un taller clandestino en la calle Luis Viale el 2006 en el Bajo Flores."  


Baja  Costura  presenta  las  contradicciones entre  el  mundo  de  la  moda  y  los  talleres  clandestinos. Tamizada de humor, apoyada en música  y  video,  plantea una visión en la que la industria de la moda y su estética glamorosa son asociadas directamente a  los talleres de costura clandestinos.
Baja Costura busca la miseria detrás de la belleza.
Busca crear conciencia, abrir el debate sobre una  situación de esclavismo descarada por parte de la industria de la moda que a su vez mira abúlica  hacia otro lado como sus modelos en las hojas de las revistas










Altamente recomendable, la propuesta busca crear conciencia y vaya que lo logra! 
Una se va de allí sintiendo que el crimen no es salir desnuda sino todo lo contrario... 

Gacias Julieta Phul, del Observatorio de Tendencias del INTI por la invitación!!!

Si queres informarte sobre las marcas argentinas que utilizan talleres clandestinos (una desilusión al ver marcas que no esperaba...) visita La Alameda.

2 comentarios:

  1. Muy interesante, para pensar y analizar. No es todo lo mismo, que todo no nos parezca lo mismo. El otro día hablé con unas chicas que tienen una marca de carteras ética, ellas se encargan de que no haya explotación en toda la cadena.
    Besos.

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    1. Es cierto, hay diseñadores y marcas que no solo respetan los derechos humanos, sino que además crean conciencia. Paula Gray es una de ellas!

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